RUBÉN BLANCO

NOMBRE COMPLETO	Rubén Blanco Veiga
FECHA DE NACIMIENTO	25 de julio de 1995
LUGAR DE NACIMIENTO	Mos (Pontevedra)
DEMARCACIÓN	Portero
DORSALES	36. 26, 13
CLUB DE PROCEDENCIA	Celta B
TEMPORADAS EN EL CLUB	11 (2011-22)
PARTIDOS	142
GOLES ENCAJADOS	197
CLUB DE DESTINO	Olympique de Marsella (FRA)
CLUB ACTUAL	Olympique de Marsella (FRA)

A Rubén Blanco siempre le tiró la portería. Su abuelo Abilio Veiga tenía que pedir horas en el trabajo para acompañarlo a los entrenamientos o con la selección. Todo empezó en el Santa Mariña, una cantera en la que se han criado grandes jugadores de la comarca de Vigo. Fue ahí donde recibió una oferta del Barcelona, pero se decidió por el Celta, a donde llegó en 2008, con apenas 13 años. 

Su ascensión en el club vigués fue meteórica. Con 15 años fue convocado por primera vez para un partido del Celta B, ante el Montañeros en la última jornada de la Segunda División B. Rubén vio desde el banquillo la goleada del equipo coruñés (4-0). 

En aquel momento ya era un habitual en las categorías inferiores de la selección, y con 16 años llegó a debutar con el filial. Fue el 29 de enero de 2012 ante el Real Oviedo en el Nuevo Tartiere. Unos días después, la lesión de Yoel Rodríguez le dio la oportunidad de llegar al primer equipo. Rubén sería suplente de Sergio durante seis partidos en una temporada en la que el Celta acabaría ascendiendo a Primera División. 

Su debut con el primer equipo en el banquillo. Tenía penas 16 años

En Valladolid jugó su primer encuentro con el Celta 

El 25 de julio de 2012 llegaría otra fecha marcada en rojo en el calendario de Rubén Blanco. Aquel día cumplía 17 años, y Paco Herrera le dio la alternativa durante la celebración del Trofeo Ciudad de Vigo ante el Atlético de Madrid. El propio técnico lo destacaba al final del encuentro: “ "Hoy era su cumpleaños, cumplía 17. Lo hice para que recuerde toda la vida que ha jugado un partido de Primera División, aunque sea amistoso, el día que cumplía 17 años”. 

La Temporada 2012-13 comenzó con Rubén totalmente integrado en el filial, que había descendido a Tercera División la temporada anterior. Aquel año disputó 25 partidos con el Celta B, en los que encajó 24 goles, aunque a partir de marzo, ya con el Abel Resino en el banquillo,  pasó a ser el segundo portero del primer equipo. Yoel estaba cedido en el Lugo, había llegado Javi Varas y Sergio se lesionó en marzo en un hombro, por lo que se perdía los últimos meses de competición. 

El Celta se estaba jugando la permanencia en su regreso a la máxima categoría, y llegó a estar prácticamente descendido. A falta de dos jornadas los pronósticos le daban un 4,01% de posibilidades de salvación. El Celta viajó a Valladolid para un partido que haría historia, y en el que Rubén se convertiría en un héroe inesperado. En la segunda mitad Javi Varas sufrió un problema en el hombro tras una mala caída, y Rubén tuvo que salir de urgencia. 

Al final del partido de Valladolid, siendo felicitado por Abel Resino

Salió a hombros de Balaídos el día de la salvación del 4,01%

Los aficionados celestes asistían atónitos a como un joven de 17 años se preparaba con toda tranquilidad para saltar al campo. Era el debutante más joven en la portería en los últimos 70 años y parecía que la cosa no iba con él. El Celta iba ganando 0-1 y necesitaba imperiosamente los tres puntos para aferrarse al milagro. Rubén fue clave con un par de intervenciones y Iago Aspas sentenció en la segunda mitad. 

Todo quedaba pendiente de la última jornada, en la que el Celta tenía que vencer al Espanyol, que no se jugaba nada en el envite, y esperar a que el Deportivo no le ganase a la Real Sociedad. Muy pronto llegaron noticias desde Riazor, con el tanto de Griezman,  y unos minutos más tarde se desató la locura con el tanto de Natxo Insa que dejaba al Celta en Primera División. En la segunda mitad el Espanyol adelantó líneas y Rubén se convirtió en el héroe con varias intervenciones salvadoras. 

Con tan solo 17 años se había situado como una de las figuras más queridas por el celtismo, pero aún tendría que esperar su oportunidad para llegar al primer equipo. En el verano de 2013 Yoel regresó de su cesión en el Lugo, y fue indiscutible con Luis Enrique. Sergio fue su suplente, y Rubén Blanco seguía creciendo en el filial. Esa campaña disputó 30 partidos con el filial, ya en Segunda B después de recuperar la categoría en un solo año. 

Ganando un balón por alto ante el colchonero Griezmann

Realizando una estirada en el Santiago Bernabéu

En el verano de 2014 Yoel se fue traspasado al Valencia, y Rubén, que había renovado unos meses antes hasta 2018 se convirtió en jugador del primer equipo a todos los efectos. Empezaba a competir por un puesto con Sergio Álvarez, quien además de su compañero se convertiría en un gran amigo. En su primera temporada, con Eduardo Berizzo en el banquillo, el titular fue Sergio. Rubén se conformó con jugar la Coa del Rey, donde el Celta cayó eliminado en octavos y disputó los últimos 68 minutos del último partido de Liga, tras la expulsión de Sergio. 

La Temporada 2015-16 empezaba con buenos augurios para el de Mos. En su batalla por la titularidad arrancaba jugando en la primera jornada, precisamente por la expulsión de Sergio en el último partido de la anterior campaña. Aquel día en el Ciutat de Valencia empezó a ver la parte más fea del fútbol, que tanto le persiguió durante su etapa en el club. A pocos minutos para el final del encuentro sufrió una fractura de clavícula, que le mantuvo fuera de los terrenos de juego durante casi tres meses. 

Aquel año acabaría disputando apenas 8 partidos de Liga, y otros 8 de Copa, donde el Celta tuvo un gran papel, alcanzando las semifinales de la Competición, en la que sería eliminado por el Sevilla. En Liga acabó en sexta posición, por lo que una década después volvía a competiciones europeas. 

Ante el Standard de Lieja en un partido de la Europa League

Rubén Blanco jugó 142 partidos oficiales con el Celta

Esa temporada, la 2016-17, debía ser la de Rubén Blanco. Todo estaba preparado para que la gran promesa diese por fin el esperado salto, pero estuvo muy lejos de serlo. El canterano vivió una temporada aciaga, marcada por las lesiones, en la que solo pudo jugar 15 partidos. Todo empezó en el Stage de pretemporada en Italia, con una lesión en la rodilla que lo tuvo fuera de circulación hasta el mes de octubre. 

En su reaparición sorprendió con muy buenas actuaciones que le valieron para ganarse la titularidad y disputar los partidos importantes en el último tramo de 2016. Parecía que, por fin, su momento había llegado, pero una vez más las lesiones hicieron acto de aparición, teniendo su culminación en el partido de Liga ante el Espanyol, cuando recayó de una lesión previa y ya no se recuperó hasta el final de la temporada, porque Berizzo, a pesar de que tenía el alta médica, no contó con él, asegurando que era demasiado arriesgado su concurso. Así que la afición volvió a quedarse con las ganas de saber si ese sería su año o no. Además el equipo llegó a las semifinales de Copa y de la Europa League, donde Sergio fue elegido el mejor guardameta de la competición. 

Lanzándose a por el balón ante Messi en el Camp Nou

Imagen de un partido en Balaídos ante el Valencia

En el verano de 2017 se produjo un cambio importante en el banquillo del Celta. Eduardo Berizzo dejaba el club tras tres extraordinarias temporadas, llegando Juan Carlos Unzué para ocupar su sitio. Una vez más el año se presentaba como el de la confirmación de Rubén Blanco, y una vez más se quedó a medias en su intento. 

El de Mos empezó siendo suplente, pero pronto se hizo con la titularidad, y la mantuvo durante buena parte de la temporada, sin que su rendimiento haya sido el esperado. A Rubén se le ha pedido durante las últimas temporadas que mantuviese una regularidad, se le pedía a los entrenadores que le diesen confianza durante una serie de partidos, puesto que nunca la había podido tener, pero tampoco eso garantizó una mejoría clara en su rendimiento. 

El guardameta no logró mantener una regularidad que le permitiese despejar el debate sobre la portería, y una inoportuna lesión en el calentamiento previo al enfrentamiento con el Málaga devolvió a Sergio a la titularidad. El de Catoira se hizo acreedor de más oportunidades, y completó una recta final de temporada muy buena, superior desde luego al rendimiento ofrecido por Rubén Blanco. 

Anticipándose a Vinicius en el Bernabéu

A punto de detener un disparo del granadinista Carlos Neva

Acabó el curso con 22 partidos oficiales y 31 goles encajados, para un total de 1.942 minutos,  y con la sensación de otra oportunidad perdida para el de Mos, que de cara a la Temporada 2018-19 se encontraba con otro inquilino en el banquillo celeste: Antonio Mohamed, y aunque no sería con el argentino, aquel año sí que fue el de su ansiada confirmación. 

Una vez más las lesiones hicieron acto de presencia en la pretemporada. Eso le impidió estar listo en la primera jornada y después Mohamed siguió apostando por Sergio, pero tras un nuevo cambio en el banquillo llegó a Vigo Miguel Cardoso, que apostó por Rubén casi desde el primer partido. El preparador luso apostó por Sergio en su debut en Anoeta contra la Real Sociedad, pero en el siguiente encuentro ante el Huesca en Balaídos puso a Rubén de titular, y nadie lo sacaría de ahí en toda la temporada. 

El Celta vivió una crisis de resultados alarmante entre enero y marzo, coincidiendo con la lesión de Iago Aspas. En esos encuentros, y a pesar de encajar alguna que otra goleada, Rubén Blanco fue de los pocos que salvó el pabellón. El eterno debate de la portería entre Sergio y Rubén pareció quedar zanjado con sus actuaciones, en un año en el que el Celta vivió al borde del abismo, logrando la salvación con las heroicas actuaciones de Iago Aspas en las últimas jornadas, y con Rubén de titular. 

Imponiéndose por alto en un partido ante el Atlético en el Metropolitano

Recibiendo una tarjeta roja en Mestalla

Con la vitola de titular indiscutible, Rubén Blanco empezó la Temporada 2019-20, seguramente la más rara en la historia de La Liga, ya que tuvo ser suspendida durante casi tres meses debido a la pandemia de Covid-19 que paralizó el mundo de una forma totalmente inesperada. Al margen de estas cuestiones, Rubén Blanco firmó la mejor temporada de su carrera en el Celta. 

El cancerbero de Mos se convirtió en el salvador del equipo en los momentos más complicados de otra temporada convulsa, que comenzó con Fran Escribá en el banquillo, y acabó con Óscar García Junyent y con el equipo pidiendo la hora en los últimos partidos. Precisamente en esos partidos decisivos no podría estar Rubén Blanco, por una nueva lesión muscular, que le dejó fuera del equipo en las últimas jornadas. El canterano sería elegido por los lectores de moiceleste.com como el MVP de la temporada con sus puntuaciones después de cada partido. 

Rubén Blanco comenzó la Temporada 2020-21 sin su habitual competidor en la portería. Una grave lesión, que provocaría su retirada, dejó a Sergio fuera de combate toda la temporada. Y las lesiones también harían acto de presencia para Rubén, quien no pudo comenzar y terminar la temporada, disputando únicamente 19 partidos en la parte central del campeonato. 

En el mes de noviembre de 2020 llegaría Eduardo Coudet al banquillo. Antes con Óscar García no pudo iniciar el campeonato por una lesión en el tendón que arrastraba desde las últimas jornadas de la anterior temporada, lo que le impidió jugar hasta la octava jornada frente a la Real Sociedad, un regreso en el que el equipo recibió una goleada. Siempre que estuvo disponible fue titular, tanto con Óscar como Coudet, pero lejos del rendimiento del año anterior. 

Una lesión en Huesca supuso su último partido con el Celta en Liga

Su último partido con el Celta fue un amistoso ante el Benfica

El 7 de marzo de 2021 ante el Huesca, en el Alcoraz, sufrió una nueva lesión, en este caso la rotura del ligamento lateral externo, que pondría fin a su temporada, y sin saberlo sería su último partido de Liga con el Celta. En la siguiente temporada, ya con Sergio retirado, el Celta fichó a Matías Dituro, con quien ya había compartido vestuario en el filial en la Temporada 2011-12. Coudet apostó desde el principio hasta el final por el meta argentino, y Rubén Blanco se tuvo que conformar con disputar la Copa del Rey, y ni eso, porque en la tercera ronda tampoco pudo jugar por una indisposición. Su último partido oficial con la camiseta del Celta fue ante el Andorra el 14 de diciembre de 2021, 8 años después de su exitoso debut con el equipo. 

En el verano de 2022 el Celta decidió fichar a Marchesín, que venía del Porto, con el que había firmado grandes temporadas. Ante lo que Rubén presuponía que sería un año complicado, pidió salir cedido para tener minutos. El Celta aceptó, pero antes de hacerlo renovó su contrato hasta 2027. El Olympique de Marsella sería su destino. 

El club francés, uno de los grandes del país galo, disputó la Champions League. Rubén Blanco fue feliz durante su cesión, a pesar de que apenas jugó cuando Pau López, el meta titular, no estuvo disponible. A pesar de jugar tan poco, dejó un gran recuerdo en el club francés, que lo ficharía en propiedad en el año 2023 por unos 2 millones de euros, poniendo fin así a tres lustros de vinculación con el Celta, el equipo de su corazón, con el que disputó 142 partidos oficiales. 

TRAYECTORIA

Temporada	Club	Categoría	País	PJ	G.E.
2011-12	Celta B	2ªB	España	4	7
2011-12	RC CELTA	2ª	España	0	0
2012-13	Celta B	3ª	España	25	24
2012-13	RC CELTA	1ª	España	2	0
2013-14	Celta B	2ªB	España	30	52
2013-14	RC CELTA	1ª	España	0	0
2014-15	RC CELTA	1ª	España	1	2
2015-16	RC CELTA	1ª	España	8	12
2016-17	RC CELTA	1ª	España	11	15
2017-18	RC CELTA	1ª	España	22	31
2018-19	RC CELTA	1ª	España	25	40
2019-20	RC CELTA	1ª	España	33	43
2020-21	RC CELTA	1ª	España	19	27
2021-22	RC CELTA	1ª	España	0	0
2022-23	Olymp. Marsella	1ª	Francia	6	6
2023-24	Olymp. Marsella	1ª	Francia

INTERNACIONAL

Selección	Categoría	Debut	Último	PJ	GE
España	Sub-21	2015	2016	2	0

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