NOMBRE COMPLETO | Cristian Bustos Costa | |
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FECHA DE NACIMIENTO | 29 de mayo de 1983 | |
LUGAR DE NACIMIENTO | Alicante (Alicante) | |
DEMARCACIÓN | Mediocentro | |
DORSALES | 21, 14 | |
CLUB DE PROCEDENCIA | UD Salamanca | |
TEMPORADAS EN EL CLUB | 4 (2009-13) | |
PARTIDOS | 110 | |
GOLES | 1 | |
CLUB DE DESTINO | Sporting de Gijón | |
EQUIPO ACTUAL | Retirado |
Mediocentro defensivo, defendió la camiseta del Celta entre 2009 y 2013. Su caso es el opuesto al de otros muchos chicos con talento, en muchos casos desperdiciado. La suya, es como pocas, una historia de auténtica superación. La de un muchacho que deseó, por encima de todo, ser futbolista profesional. Y no lo tuvo fácil. Cristian Bustos compaginó su carrera deportiva con el turno de noche en el Carrefour, trabajaba de seis a once de la mañana, y entrenaba por la tarde.
Llegó a debutar en Primera División tras pasar por todas las categorías del fútbol español, desde Regional Preferente. Nacido en Petrer (Alicante) en 1983, Cristian dio sus primeros pasos en el mundo del fútbol en el club de su pueblo, el Petrelense. Pronto cambió al vecino Eldense -'era mejor equipo'- y allí siguió jugando hasta juveniles. Siempre de mediocentro, aunque en sus inicios caía un poco a la banda izquierda.
En su segundo año en categoría juvenil llegó su primera gran oportunidad. Lo fichó el Villarreal. 'Fue la temporada en la que subió por primera vez a Primera División y abrieron la residencia para la cantera. Empezaban a hacer las cosas bien, pero tuve problemas de pubis y volví el último año de juvenil al Eldense', relataba Cristian al Diario Atlántico.
En la Temporada 2002-03 ficha por el Pinoso, de Regional Preferente. Era un joven rodeado de gente veterana, y no tardó en destacar, llamando la atención del Murcia B, gracias al padre de un compañero que tenía contactos con el club pimentonero. El primer equipo estaba entonces en la máxima categoría, pero las cosas no le salieron como esperaba y en 2004 volvió a cambiar de aires. Bustos regresó a Preferente para jugar en el filial del Hércules, pero no por mucho tiempo. Jugaba en el 'B', pero entrenaba con el primer equipo y en el mes de noviembre se estrenó en Segunda B. 'El equipo subió a Segunda y acabé contento, involucrado en el grupo. Ahí ya me di cuenta de que igual sí podía hacer carrera en el fútbol', explicaba.
Bustos en Balaídos el día de su presentación |
En 2006 dio un paso fundamental en su carrera al fichar por el Valencia, de la mano de Javier Subirats, el director deportivo que ya lo había llevado al Hércules: 'Cuando estaba en Preferente o Tercera era amateur. Estando en el Hércules B, incluso trabajaba por las noches en el Carrefour. Entonces, cuando das ese salto, te dan una casa y un sueldo. No es mucho y te llega básicamente para vivir, pero es una oportunidad única'. Y Bustos se agarra con fuerza a esa oportunidad: 'Llegas a Valencia y ves que en pretemporada hay 40 o 45 jugadores, te das cuenta de que todos están firmados pero luego cada uno puede salir para un lado. Pasé una pretemporada dura, callado, trabajando, y conseguí quedarme. Durante dos o tres meses me costó, te dabas cuenta de que era un filial importante, pero al final acabamos subiendo a Segunda B y desde Navidad jugándolo todo'.
Con 23 años, disputa 34 partidos en la división de bronce con compañeros como Natxo Insa, Javi Guerra, Aarón Ñíguez o Pablo Hernández. Luis Sánchez Duque es el entrenador. 'Fue quien me orientó tácticamente', indica Cristian Bustos, que por aquel entonces ya estaba convencido de sus posibilidades. 'Vestía una camiseta importante, veía lo bien que me trataban y pensaba: 'joder, ésta es mi oportunidad de ser futbolista''.
Uno de sus primeros partidos con la camiseta celeste |
Es entonces cuando aparece otra persona clave para el alicantino, el director deportivo que lo fichó para el Celta. 'Llegué al Salamanca de la mano de Torrecilla, una figura muy importante en mi carrera como también lo fue Subirats', admite. 'El Salamanca me dio la oportunidad de estar en Segunda. Económicamente no era un gran contrato, pero era la ocasión de meterme en el mundo profesional', añade. Una vez más, no la desaprovechó. 'Recuerdo que debuté en La Rosaleda y el Málaga nos ganó 3-0, entonces me dije ‘buf, la Segunda es otra historia’. Pero me adapté rápido y después de un inicio titubeante acabé un buen año con Juan Ignacio Martínez, que ahora es el entrenador del Levante', dice el de Petrer.
La temporada 2008/09 fue todavía mejor para Bustos, asentado ya como uno de los mejores pivotes defensivos de la categoría. 'Tenía muchas ofertas encima de la mesa: el Recreativo, el Levante, el Nástic... Incluso a última hora estuve a punto de firmar con Osasuna, que estaba en Primera. Pero Torrecilla vino aquí y el Celta apostó por mí. Es un gran club y aunque estaba en Segunda, tenía claro que cualquier año podía subir a Primera', comenta.'Siempre me ha gustado mucho el fútbol y a veces categorías como la Preferente o la Tercera con un poco frustrantes. Tienes que trabajar mucho y cuidarte, pero muchas veces los amigos te hacían las típicas bromas: ‘deja de cuidarte tanto que no vas a salir en los cromos, que estás en Preferente’. Ahora recuerdo con ellos esas frases y les digo que parece que sí voy a salir en los cromos. Llego tarde, pero tengo la ilusión de un niño porque vengo desde abajo y se pasa mal'
En Vigo consolidó su gran amistad con López Garai |
Tras llegar a Vigo, no tardó en calar entre la afición. Su derroche de entrega y profesionalidad, domingo a domingo, era muy valorado en la grada. Sus virtudes eran las que, a juicio del celtismo, habían faltado años atrás. Durante su primera temporada jugó 28 partidos, arrancando la liga a un gran nivel, pero bajando el ritmo en las últimas jornadas. El Celta sufrió ligeramente para lograr la salvación, y lo acabó consiguiendo con Bustos en el banquillo.
Al año siguiente llegó dispuesto a agarrarse a la titularidad con uñas y dientes, y lo logró. A Vigo había llegado un nuevo entrenador, Paco Herrera, que le dio el mando en la medular. Bustos se convirtió en una segadora que no dejaba pasar ningún balón. Jugó 38 partidos, 37 de ellos como titular, además de los dos encuentros de la promoción de ascenso. Su temporada fue brillante, siendo elegido por los lectores de moiceleste.com el mejor jugador de aquel año. Herrera incluso lo puso a jugar de lateral derecho en un encuentro en el que no estaba Hugo Mallo, tal era la confianza que tenía en él, pero el alicantino sufrió mucho. No era su posición.
En la Temporada 2010-11 fue Número 1 del Ranking MoiCeleste |
La temporada fue larga, feliz durante algún momento, y acabó siendo dura, porque el Celta se quedó a las puertas del ascenso tras una promoción intensísima contra el Granada, que finalmente lograría el ascenso a Primera. Bustos destacó en los encuentros del playoff, pero no pudo evitar la eliminación del Celta en las semifinales. Bustos formó junto a su amigo López Garai una férrera pareja en la medular que prometía seguir dando guerra en busca del salto de categoría.
Decidido a lograr el ascenso, el equipo volvió a los entrenamientos con alguna cara nueva, pero con el mismo espíritu. Bustos era uno de los hombres fuertes de aquel equipo, pero en un entrenamiento celebrado el 14 de julio sufrió un desmayo que obligó a su hospitalización. Bustos sufrió un ataque epiléptico, donde la rápida actuación de los doctores fue decisiva. El jugador padeció jaqueca durante cuatro días. Se le hicieron pruebas, descartando cualquier daño, se recuperó y volvió a entrenar con normalidad. No sería el último episodio de algo similar.
Con un curioso peinado en la promoción de ascenso ante el Granada |
Ya recuperado, volvió a los entrenamientos. Por delante tenía una dura competencia, ya que Borja Oubiña, que había permanecido casi cuatro años lesionado, estaba plenamente recuperado y sería su rival por un puesto en el once inicial. Bustos inició la temporada como titular, lo fue hasta la octava jornada, pero los malos resultados obligaron a Herrera a retocar el once inicial, y ahí apareció la opción Oubiña, que era el capitán del equipo. Su amigo López Garai abandonó el equipo por diferencias con la directiva.
El rendimiento de Oubiña fue satisfactorio, y Bustos fue perdiendo protagonismo progresivamente. Tampoco ayudaron unos problemas derivados de una hernia que le mantuvieron entre algodones durante un tiempo. Con todo, disputó bastantes partidos. Oubiña, aunque recuperado, seguía siendo frágil, y eran habituales sus ausencias por molestias. Bustos aprovechó para disputar partidos y rindió bien, ofreciendo un registro muy diferente al del capitán, más técnico y menos intenso.
Bustos ante otro ex céltico: Oriol Riera |
Completó aquella temporada con 20 partidos como titular, para un total de 24, y ayudó al ascenso del Celta, que se sacaba la espina de la Temporada anterior. Bustos, tras una larga trayectoria en el fútbol, por fin tocaba con los dedos la Primera División. Su sueño, por el que había trabajado sin descanso desde que fichó por el Pinoso para disputar la Regional Preferente. Lo hacía en Vigo, donde estaba plenamente integrado e incluso era socio de una Peña, la Blau Cel, convirtiéndose en el socio número 72 de la misma.
Pero con el Celta en Primera era evidente que las cosas cambiarían para Bustos. La recuperación total de Oubiña y la proyección de Álex López, aunque fuese un jugador más ofensivo, le privaban de minutos en la máxima categoría. Comenzó la temporada como titular, pero desapareció del equipo tras la jornada 14.
Su último partido con la camiseta del Celta fue en un partido de Copa del Rey disputado en Balaídos, con el Real Madrid como rival. Fue el 12 de diciembre de 2012, y Bustos se despidió del equipo, aún sin saberlo, por todo lo alto. Corría el minuto 77 de partido cuando el conjunto blanco bota un saque de banda, lo hace el central Pepe, tratando de darse prisa para recuperar el gol que había anotado Bermejo y daba ventaja a los célticos. El madridista saca mal y el propio Bermejo roba el balón, se lo pasa a Bustos y éste, sin pensarlo dos veces, chuta con fuerza desde fuera del área superando al meta Adán. Golazo que ponía el 2-0 y hacía enloquecer a Balaídos.
El día del ascenso a Primera División |
Fue su último servicio al Celta, que en ese mercado de invierno decidió ceder al futbolista al Sporting de Gijón, que buscaba el regreso a Primera División. Bustos disputó 16 partidos, todos ellos como titular, y dejó encantada a la afición rojiblanca.
En junio de 2013, todavía en Gijón, volvió a sufrir otro episodio de epilepsia. Dos heridas en la frente y un pequeño dolor de cabeza fueron las únicas secuelas que le dejó el incidente, que no amedrantó al voluntarioso futbolista: "Mi mujer me dice que estoy loco, pero mi vida es el fútbol y nadie me lo va a quitar". Explicó, recordando sin duda lo mucho que le había costado llegar hasta donde estaba.
Terminada la temporada en Gijón regresaba a Vigo, con ganas de asegurarse una plaza en la plantilla céltica: El entrenador con el que no tenía demasiado "feeling" ya no está, y en el club y entre la afición estoy bastante valorado en Vigo. No es que con Herrera quisiera ser titular indiscutible, o intocable, pero hubo un desgaste entre ambos. Quise marcharme, pese a que el Celta intentó evitarlo inicialmente, y todo desembocó en mi llegada a Gijón", explicaba por aquellos días en la prensa asturiana.
Bustos celebra su único gol con la camiseta del Celta |
El nuevo entrenador era Luis Enrique, y tampoco contó con él, por lo que se le recomendó que buscase destino, y ese sería el mismo del año anterior, el Sporting de Gijón. En su segunda temporada en tierras asturianas despuntó menos, acusando también unos problemas en el talón que le obligaron a pasar por el quirófano y estar de baja durante un tiempo. Disputó 16 partidos, y aunque fue suplente durante gran parte de la temporada, disputó el partido de ida de la promoción de ascenso ante Las Palmas, donde finalmente su equipo quedaría apeado.
Ya no regresó a Vigo. A pesar de tener contrato hasta junio de 2016, el club y el jugador llegarían a un acuerdo para finalizar su relación contractual, quedando desvinculado de la entidad viguesa. Se iba de Vigo, cinco años después, dejando un grato recuerdo a la afición. El recuerdo de un jornalero del fútbol, un obrero moderno, que derrochó entrega y profesionalidad a manos llenas.
Dos semanas después de rescindir su contrato con el Celta, el 19 de julio de 2014, el Mallorca anunciaba su contratación. El alicantino firmaba por dos temporadas, aunque solo cumpliría una antes de embarcarse en la aventura India, en el Mumbai City. En 2016 regresó a España para fichar por el Lorca, con quien lograría el ascenso a Segunda División. Al año siguiente abandonaría el club a mitad de temporada para fichar por el UCAM de Murcia con el que colgaría las botas en 2018.
Tras dejar el fútbol comenzó a entrenar, siendo uno de los ayudantes del también ex céltico López Garai en el banquillo del Numancia.
Dos semanas después de rescindir su contrato con el Celta, el 19 de julio de 2014, el Mallorca anunciaba su contratación. El alicantino firmaba por dos temporadas, aunque solo cumpliría una antes de embarcarse en la aventura India, en el Mumbai City. En 2016 regresó a España para fichar por el Lorca, con quien lograría el ascenso a Segunda División. Al año siguiente abandonaría el club a mitad de temporada para fichar por el UCAM de Murcia con el que colgaría las botas en 2018.
Tras dejar el fútbol comenzó a entrenar, siendo uno de los ayudantes del también ex céltico López Garai en el banquillo del Numancia.
TOTAL CON EL CELTA: 110 partidos / 1 gol
TRAYECTORIA
VIDEO DE SU ÚNICO GOL CON EL CELTA
* Fuentes: Atlántico Diario, Bd fútbol, y elaboración propia, Estadísticas Alberto Fernández
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