NOMBRE COMPLETO | Juan Rodríguez Aretio | |
---|---|---|
FECHA DE NACIMIENTO | 10 de julio de 1922 | |
LUGAR DE NACIMIENTO | Ferrol (A Coruña) | |
DEMARCACIÓN | Delantero | |
CLUB DE PROCEDENCIA | Real Sporting de Gijón | |
TEMPORADAS EN EL CLUB | 7 (1943-49 y 1953-54) | |
PARTIDOS | 148 | |
GOLES | 63 | |
CLUB DE DESTINO | FC Barcelona | |
EQUIPO ACTUAL | Retirado |
Era el futbolista del regate sublime, un futbolista de frac que sentó cátedra en Balaidos. Tras destacar en el fútbol regional había llegado al Real Club Celta en la temporada 1943/44 junto a Pahiño para edulcorar el adiós de dos monstruos: Nolete, que dejó el fútbol; y Del Pino, que fichó por el Sabadell.
En su primer año sacaron al equipo de la Segunda División y fueron consolidándolo entre los grandes con una delantera para esculpir en la historia: Roig, Miguel Muñoz, Pahiño, Aretio y Vázquez. Esta magnífica delantera, después de jugar una memorable final de Copa el 4 de julio de 1948, se fue deshaciendo, al comenzar el éxodo de estrellas del Celta. Pahiño y Muñoz ficharon por el Real Madrid, y un año más tarde se les unieron Gabriel Alonso y Sobrado. El portero Pazos también acabó en Chamartin y Roig se retiró del fútbol, y con él se marcharon los goles de córner directo.
La estampa inmaculada de Aretio también dejó el Celta en octubre de 1949, y se fue al Barcelona, previo pago de quinientas mil pesetas que dibujaron una tenue sonrisa en las tristes arcas de Balaidos. Aretio había dejado huella con sus goles, siempre acompañado en esta faceta por Pahiño. Tras jugar en el Barcelona, Murcia y Sporting de Gijón, Aretio retorna al Celta en noviembre de 1953, pero ya no era el jugador que se había ido, y se le concede la baja al terminar aquella temporada.
No se alejó para siempre del Celta, pues llegó a ser su entrenador en las campañas 1961-62 y 1972-73, tras sustituir a Dellacha. El apoteósico desenlace de aquella temporada 72-73, desbordó todos los límites de la admiración que por Aretio sentía la afición de Balaidos.
Aunque el Celta tenía pie y medio en Segunda División, el destino decidió que todo fuese a decidirse en la última jornada y que el rival fuese el Real Madrid. Y que al Madrid lo entrenase Miguel Muñoz. Los goles de Touriño en propia meta, Doblas y Jiménez, en un estadio donde cuentan que no cabía ni un alfiler llevaron al Celta a la salvación. Terminada la contienda, Aretio rompió a llorar abrazado a su entrañable enemigo Muñoz.
Eran las bodas de plata del Real C. Celta y el mayor regalo con que se podía soñar en aquella época era simplemente la permanencia en la Primera División. Pero el míster Aretio estaba enfermo. Su perenne voz tomada llevó a diagnosticar inicialmente un cáncer de laringe; desmentido más tarde y desplazando al pulmón todos los miedos.
Lo cierto es que el 24 de septiembre de 1973 el cáncer de pulmón le ganaba para siempre el partido a Juan Rodríguez Aretio. Y el destino quiso que muriera cuando se iban a enfrentar dos equipos que él había dirigido: el Oviedo y el Celta. Ganó el Celta por 5-1, pero el ramo de flores que tos asturianos dejaron antes del partido en su tumba sembró inconfesables deseos de empate en los adentros de muchos celtistas.
Un mes más tarde se jugó un partido homenaje para honrar la memoria del grandioso interior de Ferrol. Venancio y Domínguez corrieron con la organización; todos los clubes brindaron a sus mejores hombres y el Hotel Niza ofreció alojamiento gratis a todos ellos.
Un merecido homenaje para uno de los mejores futbolistas de la historia del Celta, para recordar la prodigiosa y elegante facilidad de sus remates de cabeza, para no olvidar aquella espectacular manera de plantarse ante el marco contrario, ni su habilidad en el lanzamiento y en el envío del balón al compañero.
TRAYECTORIA EN PRIMERA
1943-44 Real Club Celta
1945-49 Real Club Celta
1949-50 FC Barcelona
1950-51 Real Murcia
1951-53 Sporting de Gijón
1953-54 Real Club Celta
TOTAL CON EL CELTA 148 partidos / 63 goles
* Fuentes (Historia del Celta FV, LFP, Antonio Arca Soler)
En su primer año sacaron al equipo de la Segunda División y fueron consolidándolo entre los grandes con una delantera para esculpir en la historia: Roig, Miguel Muñoz, Pahiño, Aretio y Vázquez. Esta magnífica delantera, después de jugar una memorable final de Copa el 4 de julio de 1948, se fue deshaciendo, al comenzar el éxodo de estrellas del Celta. Pahiño y Muñoz ficharon por el Real Madrid, y un año más tarde se les unieron Gabriel Alonso y Sobrado. El portero Pazos también acabó en Chamartin y Roig se retiró del fútbol, y con él se marcharon los goles de córner directo.
La estampa inmaculada de Aretio también dejó el Celta en octubre de 1949, y se fue al Barcelona, previo pago de quinientas mil pesetas que dibujaron una tenue sonrisa en las tristes arcas de Balaidos. Aretio había dejado huella con sus goles, siempre acompañado en esta faceta por Pahiño. Tras jugar en el Barcelona, Murcia y Sporting de Gijón, Aretio retorna al Celta en noviembre de 1953, pero ya no era el jugador que se había ido, y se le concede la baja al terminar aquella temporada.
No se alejó para siempre del Celta, pues llegó a ser su entrenador en las campañas 1961-62 y 1972-73, tras sustituir a Dellacha. El apoteósico desenlace de aquella temporada 72-73, desbordó todos los límites de la admiración que por Aretio sentía la afición de Balaidos.
Aunque el Celta tenía pie y medio en Segunda División, el destino decidió que todo fuese a decidirse en la última jornada y que el rival fuese el Real Madrid. Y que al Madrid lo entrenase Miguel Muñoz. Los goles de Touriño en propia meta, Doblas y Jiménez, en un estadio donde cuentan que no cabía ni un alfiler llevaron al Celta a la salvación. Terminada la contienda, Aretio rompió a llorar abrazado a su entrañable enemigo Muñoz.
Eran las bodas de plata del Real C. Celta y el mayor regalo con que se podía soñar en aquella época era simplemente la permanencia en la Primera División. Pero el míster Aretio estaba enfermo. Su perenne voz tomada llevó a diagnosticar inicialmente un cáncer de laringe; desmentido más tarde y desplazando al pulmón todos los miedos.
Lo cierto es que el 24 de septiembre de 1973 el cáncer de pulmón le ganaba para siempre el partido a Juan Rodríguez Aretio. Y el destino quiso que muriera cuando se iban a enfrentar dos equipos que él había dirigido: el Oviedo y el Celta. Ganó el Celta por 5-1, pero el ramo de flores que tos asturianos dejaron antes del partido en su tumba sembró inconfesables deseos de empate en los adentros de muchos celtistas.
Un mes más tarde se jugó un partido homenaje para honrar la memoria del grandioso interior de Ferrol. Venancio y Domínguez corrieron con la organización; todos los clubes brindaron a sus mejores hombres y el Hotel Niza ofreció alojamiento gratis a todos ellos.
Un merecido homenaje para uno de los mejores futbolistas de la historia del Celta, para recordar la prodigiosa y elegante facilidad de sus remates de cabeza, para no olvidar aquella espectacular manera de plantarse ante el marco contrario, ni su habilidad en el lanzamiento y en el envío del balón al compañero.
TRAYECTORIA EN PRIMERA
1943-44 Real Club Celta
1945-49 Real Club Celta
1949-50 FC Barcelona
1950-51 Real Murcia
1951-53 Sporting de Gijón
1953-54 Real Club Celta
TOTAL CON EL CELTA 148 partidos / 63 goles
* Fuentes (Historia del Celta FV, LFP, Antonio Arca Soler)
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