NOMBRE COMPLETO | Rafael López Ventín, "Cabezo I" | |
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FECHA DE NACIMIENTO | 22 de abril de 1905 | |
LUGAR DE NACIMIENTO | Cesantes - Redondela (Pontevedra) | |
DEMARCACIÓN | Defensa | |
CLUB DE PROCEDENCIA | Eiriña de Pontevedra | |
TEMPORADAS EN EL CLUB | 9 (1925-33 y 1934-36) | |
PARTIDOS | 128 | |
GOLES | 4 | |
CLUB DE DESTINO | Atlético de Madrid /Redondela | |
EQUIPO ACTUAL | Retirado |
Rafael López Ventín, conocido por Cabezo I, mítico defensa celeste de los primeros años de historia del equipo vigués, ya jugaba en el R.C. Celta en mayo de 1925 tras haber pasado por el Eiriña de Pontevedra, y ese mismo año se proclamó por primera vez campeón gallego con el Celta, en el que fue un nuevo paseo del equipo celeste en el campeonato regional.
Los jugadores célticos, tras lograr el campeonato gallego, afrontaron el campeonato de España con muchas ilusiones. Pero una vez más, la mala suerte se iba a encontrar en su camino. Después de eliminar a la Cultural Leonesa, Sporting de Gijón y Real Sociedad, el Celta llega a semifinales para enfrentarse al potente Atlético de Madrid.
El encuentro se jugó el 9 de mayo de 1926 en San Mamés. Las semifinales se disputaban entonces a un solo partido y en campo neutral. Al término del tiempo reglamentario se llegó con un empate a dos goles, pero con la lesión del guardameta céltico Lilo, que sufría la dislocación de un brazo tras una violenta entrada, teniendo que abandonar el campo sin jugar la prórroga. Su puesto seria cubierto por Cabezo, que a los cuatro minutos de la prorroga encajaría el gol que daba la victoria a los colchoneros. Después, el empuje y la garra de los célticos, serían insuficientes para poder romper la cerrada defensa adversaria. Los jugadores del Celta, con lágrimas en los ojos por tanto infortunio, no pudieron cumplir uno de sus sueños: llegar a una final nacional.
El Atlético de Marid, sería precisamente, el equipo por el que ficha Cabezo tras dejar el Celta en 1930. En el equipo madrileño disputa la temporada 1930-1931, pero no le respetan las lesiones y juega cinco partidos de Liga y dos de Copa. Terminada esa campaña regresa a Vigo, para permanecer en el Celta hasta 1936.
En su último año con el Celta conseguiría el primer ascenso a 1ª División del club vigués. Después de la Guerra Civil aun jugaría en el C. D. Redondela con más de cuarenta años. Se cuenta de él que en una ocasión no acudió a una convocatoria con la selección española para un partido contra Argentina, porque eran las Fiestas de Reboreda en Redondela y daban empanada gratis.
El 20 de octubre de 1927 la Directiva del Real Club Celta de Vigo hizo pública la siguiente nota: “El jugador de este Club Rafael López Ventín (Cabezo) ha sido castigado por esta Junta directiva con catorce días de suspensión de sueldo por haber incurrido, durante los entrenamientos de esta semana, en faltas graves de disciplina y de respeto hacia la representación de esta Junta cerca de los equipiers...”. Pero como había partido contra el Deportivo a los tres días apareció esta otra: “La Directiva del R. C. Celta nos comunica que en vista de el buen comportamiento del equipier Rafael López Ventín (Cabezo), y previo asentimiento del entrenador Mr. Cowan y por petición cariñosa del capitán del equipo en nombre de todos los compañeros del team y del mismo interesado, se le levanta el castigo que se le había impuesto. Con esto cree la Directiva satisfacer a la afición y complacer a Cabezo que mostró grandes deseos de alinear para el sensacional encuentro de mañana en Coya.”
Después de dejar el futbol abrió un bar en su veiga de Ventín, cerca de los Horreos, al que puso el nombre de “El Tablón”. Cuando el vino era bueno y le quedaba poco le decía al que quería una taza: “Ese que queda ahí es para mí, hijo. Tu si quieres toma del otro”.
Dicen que una vez se encontró a José Otero González (Mañas) en Madrid y este lo llevó a ver el Palacio Real, Museos, Iglesias... Al regresar contó que venía contento por lo que había visto, pero que había pasado mucha sed porque no le había dejado un momento para ir a un bar.
Una de sus frases más famosas era: “El que trabajos busca, malos trabajos le persiguen”.
El 20 de octubre de 1927 la Directiva del Real Club Celta de Vigo hizo pública la siguiente nota: “El jugador de este Club Rafael López Ventín (Cabezo) ha sido castigado por esta Junta directiva con catorce días de suspensión de sueldo por haber incurrido, durante los entrenamientos de esta semana, en faltas graves de disciplina y de respeto hacia la representación de esta Junta cerca de los equipiers...”. Pero como había partido contra el Deportivo a los tres días apareció esta otra: “La Directiva del R. C. Celta nos comunica que en vista de el buen comportamiento del equipier Rafael López Ventín (Cabezo), y previo asentimiento del entrenador Mr. Cowan y por petición cariñosa del capitán del equipo en nombre de todos los compañeros del team y del mismo interesado, se le levanta el castigo que se le había impuesto. Con esto cree la Directiva satisfacer a la afición y complacer a Cabezo que mostró grandes deseos de alinear para el sensacional encuentro de mañana en Coya.”
Después de dejar el futbol abrió un bar en su veiga de Ventín, cerca de los Horreos, al que puso el nombre de “El Tablón”. Cuando el vino era bueno y le quedaba poco le decía al que quería una taza: “Ese que queda ahí es para mí, hijo. Tu si quieres toma del otro”.
Dicen que una vez se encontró a José Otero González (Mañas) en Madrid y este lo llevó a ver el Palacio Real, Museos, Iglesias... Al regresar contó que venía contento por lo que había visto, pero que había pasado mucha sed porque no le había dejado un momento para ir a un bar.
Una de sus frases más famosas era: “El que trabajos busca, malos trabajos le persiguen”.
Estadísticas: Alberto Fernandez |
* Fuentes (Historia Celta FV, anecdotarioredondelan., LFP)
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