NOMBRE COMPLETO | Isabelo Ramírez Martín | |
---|---|---|
FECHA DE NACIMIENTO | 18 de septiembre de 1944 | |
LUGAR DE NACIMIENTO | Tharsis (Huelva) | |
DEMARCACIÓN | Defensa central | |
CLUB DE PROCEDENCIA | Sevilla FC | |
TEMPORADAS EN EL CLUB | 1 (1970-71) | |
PARTIDOS | 17 | |
GOLES | 0 | |
CLUB DE DESTINO | Sevilla FC | |
EQUIPO ACTUAL | Retirado |
Tercero de los cinco hijos del matrimonio formado por Domingo Ramírez “El Chocolatero,” obrero y camarero de profesión, y de María Martín “Fariña”, Isabelo Ramírez Martín, como muchos de los niños nacidos en aquellos años de la posguerra española pronto encontró en la práctica del futbol una manera de llenar un tiempo marcado por las carencias y las penalidades, dando sus primeros pasos en el mundo del futbol siendo aún muy joven en el equipo de su pueblo.
No era extremadamente rápido, ni extremadamente fuerte, ni demasiado hábil, y aunque nadie podría discutir que tenía sobradas cualidades y un carisma que lo hacía diferente y un buen jugador, los que lo veían de joven, cuentan que es verdad que Isabelo Ramírez no destacaba entonces en exceso. Que ante la brillantez que algunos de sus compañeros desplegaban cada domingo en el campo del Tharsis era difícil imaginar que aquel muchacho silencioso fuese el que estaba llamado para hacer historia en el futbol provincial.
Sí, sin duda tenía, en mayor o menor medida, todas esas virtudes futbolísticas que de manera innata o adquiridas son necesarias pero insuficientes en sí mismas para triunfar en un deporte con tantas exigencias y competencia. Sólo los más ciegos podrían negarlo. Pero, sobre todo, Isabelo Ramírez tenía una talento especial que lo diferenciaba del resto y que no pasó desapercibido para quienes verdaderamente entienden de ese universo llamado futbol.
Un don que se concentraba no tanto en la fibra de sus músculos como en una cabeza lúcida para hacerle comprender cuales eran sus fortalezas y sus debilidades; para explotar las primeras hasta el límite y trabajar para mejorar las segundas gracias a una extraordinaria capacidad para el sacrificio y la disciplina.
Tenía, y ese fue su mayor mérito, un objetivo claro, una meta que estaba resuelto a cumplir con determinación y una voluntad férrea que con la imprescindible guía de la constancia le condujo hasta el éxito deportivo y al honor de ser el primer jugador nacido en tierras onubenses que vistió la camiseta de la selección nacional.
Como decíamos, Isabelo comenzó jugando como amateur en un club de su localidad de nacimiento hasta que cuando realizaba el servicio militar un observador del Recreativo de Huelva recomendó su fichaje al Club.
Debutó en Tercera División con el filial recreativista que entonces se denominaba “Recreativo Onubense”. Tras disputar diez partidos subió al primer equipo debutando en Segunda División contra el Osasuna. Al final de temporada fue traspasado al Sevilla FC, que lo fichó a pesar de las pretensiones de otros clubes como Real Madrid, Atlético de Madrid o Valencia CF.
Pudo haber fichado por el Barcelona cuando militaba en el Sevilla pero una hepatitis frustró el traspaso. En la temporada 1970-71 Isabelo recala en el Real Club Celta cedido por el Sevilla. Isabelo llegó una vez iniciada la liga, debutando ante el Zaragoza en la sexta jornada. Jugaría un total de 17 partidos en su única temporada en el Celta, temporada en la que el equipo celeste se clasificaba por primera vez para disputar la copa de la UEFA. tras terminar 6º. El equipo no perdió ni un partido en Balaidos en toda la temporada.
No era extremadamente rápido, ni extremadamente fuerte, ni demasiado hábil, y aunque nadie podría discutir que tenía sobradas cualidades y un carisma que lo hacía diferente y un buen jugador, los que lo veían de joven, cuentan que es verdad que Isabelo Ramírez no destacaba entonces en exceso. Que ante la brillantez que algunos de sus compañeros desplegaban cada domingo en el campo del Tharsis era difícil imaginar que aquel muchacho silencioso fuese el que estaba llamado para hacer historia en el futbol provincial.
Sí, sin duda tenía, en mayor o menor medida, todas esas virtudes futbolísticas que de manera innata o adquiridas son necesarias pero insuficientes en sí mismas para triunfar en un deporte con tantas exigencias y competencia. Sólo los más ciegos podrían negarlo. Pero, sobre todo, Isabelo Ramírez tenía una talento especial que lo diferenciaba del resto y que no pasó desapercibido para quienes verdaderamente entienden de ese universo llamado futbol.
Un don que se concentraba no tanto en la fibra de sus músculos como en una cabeza lúcida para hacerle comprender cuales eran sus fortalezas y sus debilidades; para explotar las primeras hasta el límite y trabajar para mejorar las segundas gracias a una extraordinaria capacidad para el sacrificio y la disciplina.
Tenía, y ese fue su mayor mérito, un objetivo claro, una meta que estaba resuelto a cumplir con determinación y una voluntad férrea que con la imprescindible guía de la constancia le condujo hasta el éxito deportivo y al honor de ser el primer jugador nacido en tierras onubenses que vistió la camiseta de la selección nacional.
Como decíamos, Isabelo comenzó jugando como amateur en un club de su localidad de nacimiento hasta que cuando realizaba el servicio militar un observador del Recreativo de Huelva recomendó su fichaje al Club.
Debutó en Tercera División con el filial recreativista que entonces se denominaba “Recreativo Onubense”. Tras disputar diez partidos subió al primer equipo debutando en Segunda División contra el Osasuna. Al final de temporada fue traspasado al Sevilla FC, que lo fichó a pesar de las pretensiones de otros clubes como Real Madrid, Atlético de Madrid o Valencia CF.
Pudo haber fichado por el Barcelona cuando militaba en el Sevilla pero una hepatitis frustró el traspaso. En la temporada 1970-71 Isabelo recala en el Real Club Celta cedido por el Sevilla. Isabelo llegó una vez iniciada la liga, debutando ante el Zaragoza en la sexta jornada. Jugaría un total de 17 partidos en su única temporada en el Celta, temporada en la que el equipo celeste se clasificaba por primera vez para disputar la copa de la UEFA. tras terminar 6º. El equipo no perdió ni un partido en Balaidos en toda la temporada.
Tras este año cedido en Vigo, Isabelo volvió al Sevilla, jugando después en el Racing de Santander y, finalmente, en el Recreativo de Huelva otra vez. También fue dos veces internacional con la Selección Española “B”, jugando contra Luxemburgo y Francia (temporada 1977/78).
Tras su retiro comenzó su carrera como entrenador, cumpliendo durante 25 años consecutivos con su labor en equipos como el Recreativo, Ayamonte, Tharsis, San Roque, La Palma o Moguer. También ha colaborado en diversos programas deportivos de televisiones locales.
TRAYECTORIA EN PRIMERA
1966 - 1970: Sevilla CF
1970-71: R.C. Celta de Vigo
1971-72: Sevilla CF
1973-74: Real Racing Club Santander
1978-79 Recreativo de Huelva
TRAYECTORIA EN EL CELTA EN LIGA
1970-71: 17 partidos / 0 goles
*Fuentes (gustintarsis.blogspot.com.es)
*Fuentes (gustintarsis.blogspot.com.es)
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